Esto lo viví
yo
Años sesenta y la represión brutal
donde allanaban apartamentos de las Lomas de Urdaneta en
Catia
apartándonos de balas criminales
buscaban a hombres guerreros y mujeres guerreras
que luchaban en contra de las dictaduras de Betancourt y
Leoni.
Entre las utopías y realidades
música, sexo y droga por doquier
versus Insurgencias, ideales y guerrillas
internacionalismo y el hombre nuevo.
Las lomas y el terremoto del 67
oigo el grito de la vieja Prisca, “terremoto”
entre estruendosos sonidos naturales
tal cual ametralladoras y tanques de guerra
viendo caer las barandas de los pasillos del Bloque 7
y personas que corrían y saltaban los escalones
estrepitosamente
sin duda una catástrofe inesperada.
La escuela técnica y los años setenta
la represión iba dirigida al estudiante
Caldera y su pacificación, secuelas de la represión
entre el canto de protesta y el allanamiento a la técnica
del oeste
nos conducen a la organización, centros de estudiantes y
círculos de estudios
leer a Marx, Lenin y Mao era necesario
y convivir entre canciones de Alí Primera, fundamental.
A mediado de los 70 comenzamos a entender la música
venezolana
entre la investigación y acompañamientos con las tradiciones
que para la década de los 80 las tradiciones venezolanas era
la prioridad
y su divulgación y desarrollo de los grupos de proyección
folklórica.
El Caracazo del 89
vi de cerca, el desespero y saqueos, donde policías y
guardias coadyuvaban
pero al día siguiente allanaban sus casas masacrando sin
escrúpulos a su misma gente
así comenzaba el fin del neoliberalismo en Venezuela
y el comienzo del proceso revolucionario.
Entre la insurgencia y las intentonas de los años 90
surge un ideal Bolivariano y el árbol de las tres raíces
enmarcados en los ideales de Bolívar, Rodríguez y Zamora
que se consolida con el triunfo de Chávez
y una esperanza hacia el socialismo del siglo XXI.
Arduo el camino, difícil la lucha
y a pesar de las dificultades
el venezolano ha sabido confrontarla.
Entre la escasez y la guerra económica
fortaleza y solidaridad.
De las guarimba a la organización social.
Entre la amenaza, la defensa.
Por las sanciones, la unidad cívico-militar.
Por el bloqueo, el fortalecimiento de las misiones sociales.
Contra el apagón, la antorcha del conocimiento.
A falta de gas, bienvenido el fogón
A falta de agua, florece el ingenio
En fin por mi estancia por más de sesenta años
nos faltaba la cruel y abominable pandemia global
que ha cobrado miles de muertos
sin distinción racial, creencia e ideales.
También de esa, saldremos
Quedémonos en casa.
Venezuela libre
Orlando Paredes 31 de marzo 2020
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