A principio de los años setenta hasta hoy día. Por Orlando Paredes. Junio 2021
Una honra perpetua
a desalambrar escalinatas en
Propatria
con el Uruguayo Cantor Daniel
Viglietti,
entre conversas y cantos,
interactuando experiencias comunes
de la Patria Grande, con
agrupaciones culturales.
Destaco la experiencia más genuina
y comprometida,
en compartir caminos y tarimas, con
el Padre Cantor Alí Primera,
en la Ciudad Capital, aupando
letras que valoran
la cultura y la justicia,
con música cargadas de tradiciones
de la américa latina y el caribe.
Estar con Silvio Rodríguez, Sara
González y Virulo en reunión de amigos y amigas, en Caracas,
donde el piso son los asientos, los
chistes a la orden de la noche,
entre brindis, pasa palos, una
buena salsa para bailar
y el canto recurrente y necesario,
nos acerca más al compromiso,
en proyectar nuestro arte.
Estar al lado y cantar con el Tenor
de América, Alfredo Sadel,
en un evento comprometido con la
solidaridad
por la victoria del pueblo del
Salvador, en el Nuevo Circo de Caracas,
cantando el himno de la
Internacional Comunista,
estuvo cargado de emociones.
Hacerle coro a la cantora Lilia Vera en su disco de Aguinaldos, Gaitas y Parrandas es para mi
orgullo sin palabras y además acompañarla en algunos eventos universitarios marcan mi
andar y recuerdos latentes.
Acompañar al gran tenor del Quinteto Contrapunto, Jesús Sevillanon en su programa de televisión, con el merengue la Veragacha y el golpe tocuyano la Chaparrita,
nos colocó en un compromiso de
grata experiencia.
El placer y disfrute de acompañar a
la grande Morella Muñoz,
cantora mezzosoprano Venezolana, en
un evento navideño,
que nos llevó al aprendizaje de
quienes compartimos
gratos momentos.
Experiencia latente e imborrable
fue estar al lado de Simón Díaz
junto a su canto, en diversos
escenarios en Caracas
y en el estado Guárico, donde sus
chistes, su ánimo alegre,
durante todo el día, entre juegos
de bolas criollas, ternera y canto,
nos ha colocado en orgullosos
músicos.
Encuentro grato con el hombre de
Canchunchú Florido
del estado Sucre, ciudad natal de
Luis Mariano Rivera, hombre noble
al son de la música oriental,
compartiendo cantos y comidas entre
familias
y luego hacerle homenaje años
después en Cumaná,
junto al Maestro mandolinista,
Juancito Silva, inolvidable encuentro.
Cabe mencionar los intercambios musicales entre tarimas catienses y hogares caraqueños con el músico
puertorriqueño Andy Montañez, oírlo con tan solo una guitarra es grandioso y
disfrutar su sentimiento por el
canto y la jocosidad que lo caracteriza son de gratos recuerdos.
Debo hacer mención al maestro, al
pintor, al artesano y al ideólogo, Alfredo Almeida
de Sabaneta del estado Aragua, donde semanalmente frecuentábamos integrantes de agrupaciones
culturales del país en el Movimiento de Opinión Crítica donde la cultura era el tema prioritario, su
sabiduría y sus conversas nos adentraba a la sensibilización y a la concientización de los saberes
culturales.
El estado Lara marcó sin duda, la
gran escuela, en primer lugar trabajar con el Gordo Páez,
cantautor larense y dar clases de
guitarra en la casa de la cultura cuando él era director.
Acompañarle con mi cuatro unos
valses, al músico Pablo Canela
en su casa en Barquisimeto y que me
obsequie su disco de acetato sobre el cuatro solista
y tener un encuentro maravilloso con Sixto
Sarmiento, artesano y músico, y que continúe la
experiencia en Carora con el
Maestro Pío Alvarado
y luego pasar a la ciudad de El
Tocuyo, para compartir y aprender con los maestros:
Demetrio Brito, Rufino Colmenárez,
Iván Querales, Juan Ramón Goyo, Clemente Torrealba
y compartir tarimas y saberes con
Los Golperos de El Tocuyo y Don Pío Alvarado y su Grupo
y pasar a la ciudad Jardín y echar
cuentos con el Caimán de Sanare,
fue sin duda mi mayor experiencia
en el campo de la investigación de las tradiciones musicales
y danzarias de Venezuela.
De Caracas es curiosa mi
experiencia con grandes de la música, es grato destacar al maestro
Heriberto Colmenárez y Antonio Nieves, músicos del ilustre Antonio Carrillo, de quienes sin
duda marcaron mi andar por la
música instrumental Venezolana.
Bueno, y finalmente señalo a
quienes marcaron mi camino de la profesión de música y folclore
en escuelas y conservatorios :
Rhazés Hernández López,
Tiero Pezzutti, Violeta Lares,
Salvador Toro Moya, Erin Vargas,
Rubén Guzmán, Annely Keller, Maria
Luisa Stopello, Igor Colima,
Isabel Aretz, Mariagracia Imbrogno,
René Rojas entre tantos,
que sin duda reconozco su calidad
de enseñanza y aporte a los estudios especializados.
Destaco y doy mérito de quienes me
han acompañado en este andar
tan sabroso, comprometido y
saludable a mis hermanos Paredes
y a los integrantes artistas del:
Grupo Catia, Canto del Pueblo, Odila, Grupo Vocal Hugo Alexander Alzolay, Tono
al Aire, Quibure, Ensamble Fundacec, Ensamble Daniel Ortiz
y Orlando Paredes en Compañía.